eScuELa De La viDaA

Cuendo eres pequeño te enseñan los viejos, incluso las maestras bondadosas y miopes, que libertad y muerte es una redundancia, pues vivimos en un país donde los gobernantes andan sin miedo a callarte, siendo la patria y la tumba otro pleonasmo. Ser maestro no es fácil. Tendrás que hacerles ver a los chiquillos que libertad no es solo una palabra aguda, que muerte no es tan solo grave y que cárceles no por suerte una palabra esdrújula. No te olvides de enseñar a ponerle acento al hombre, no siendo los padres y maestros los culpables por nunca hacerlo, sino personas más duras y siniestras. Después deberás enseñar a divertirse, que los niños jueguen a los ladrones sabiendo que los ladrones son los policías, o que jueguen a las escondidas sabiendo que si los encuentran los matan. Desde pequeños, siempre deberás decirles la verdad para que no la olviden, no ocultarles que aquellos niños de la calle son maltratados e incluso violados por sus padres, que la gente muere de hambre y que la droga apendeja. Es demasiada miseria para ser ocultada. No hay que olvidarse de enseñarles que los hombres también putean y que es una linda forma de callar, que no es lo mismo morirse de dolor que morirse de vergüenza. Enseñarás que uno no siempre hace lo que quiere pero que tiene todo el derecho para no hacer lo que no quiere. Son mentiras el que los hombres no lloran, es más, deberás mostrar que los hombres chillamos, berreamos, moqueamos, maldecimos y que es mejor llorar que traicionar, llorar pero no olvidar. Es mi consejo para ti...vida